jueves, 28 de agosto de 2014

EL ÁRBOL



Ayer soñé que era un árbol. Me sentía poderosa y a la vez impotente. Había una niña en mis ramas, susurrándome al oído, luego moviéndose y jugando en ellas. No recuerdo qué me decía, pero hablaba de mi vida, de mi futuro. Mi familia vivía un poco apartada pero aún así podía verlos porque yo era un árbol alto e increíblemente recto. Los esperaba con paciencia y ellos venían a visitarme con bandejas de fruta o flores. Me hablaban con cariño y se abrazaban a mi tronco. Yo podía sentirlo, sentía todo mi cuerpo pero no podía tocarme y ellos me ayudaban. Me sentía tan tranquila como alta, tan paciente como férrea, en cambio no había subidas de alegría, todo era rectilíneo, porque yo era absolutamente un árbol. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cañas cortadas

Cañas cortadas